Desde comienzos de la década del 80, la relación entre el Estado y el mercado comenzó a sufrir transformaciones importantes en todo el mundo. La creciente liberalización del mercado fue acompañada por la reducción del aparato gubernamental, vía reestructuraciones administrativas, procesos de descentralización y privatización de servicios públicos. Los modelos de gestión verticales que tenían como principal protagonista al Estado, se volvieron inaceptables, dando lugar a modelos de gestión más horizontales y participativos. Este nuevo contexto promovió el fortalecimiento de actores privados y del tercer sector, dispuestos a participar del diseño e implementación de políticas públicas de diversas áreas. En consecuencia, aquellos gobiernos locales que quisieron adaptarse al cambio debieron asumir nuevos desafíos y adoptar modificaciones en sus estrategias de gestión enfocadas al crecimiento y desarrollo económico.

En este sentido, el presente artículo constituye un estudio exploratorio sobre la relación entre actores públicos y privados, como alternativa para estimular el crecimiento de las economías locales. El análisis está centrado en el rol de las reglas de juego formales e informales; la capacidad de gestión de los gobiernos locales; y la red de relaciones que se tejen entre actores públicos, privados y del tercer sector para generar oportunidades de inversión y crecimiento económico local.

Mediante un análisis comparado se estudiaron las relaciones público-privadas en cuatro ciudades argentinas de la Provincia de Buenos Aires. Se realizaron más de 30 entrevistas en profundidad a funcionarios municipales, gerentes de empresas y representantes de organizaciones sin fines de lucro. Se analizó material institucional y se compararon datos de los distintos municipios. Los diferentes recursos y modalidades de relación, con los que contaron cada una de las ciudades, permiten reflexionar sobre los nuevos roles que hoy asumen los gobiernos locales y sobre la posibilidad de potenciar sus fortalezas y corregir sus debilidades de gestión.

Como resultado del estudio se llegó a la conclusión de que es posible que las ciudades aumenten su capacidad de atracción de inversiones y canalicen los intereses de inversión privada manteniendo cierta sintonía con los intereses públicos. El supuesto de partida para futuras investigaciones es que lograr un aumento de las capacidades institucionales por la vía de un mejor manejo de las reglas de juego y la consolidación de vínculos sólidos con actores clave, permitirá mayores niveles de inversión privada y mayores posibilidades de crecimiento económico local