Prats i Catalá, Joan

Por unos Parlamentos al servicio de la democracia, la eficiencia económica y la equidad social - Caracas : CLAD, Julio 1996

Se plantea el fortalecimiento institucional y organizativo del Poder Legislativo como tarea prioritaria para el avance de la democracia, la eficiencia económica y la equidad social. Sobre esta base, se adelantan conclusiones operativas referidas a las estrategias nacionales de fortalecimiento democrático de los Parlamentos y a la cooperación internacional con las mismas. La fortaleza del Legislativo es condición para una democracia sostenible, un mercado eficiente y una sociedad solidaria. El fortalecimiento institucional e instrumental de los legislativos es ineludible y prioritario como garantía del Estado de Derecho y de una verdadera libertad de los ciudadanos. Sólo un Parlamento fuerte impide el descarrilamiento de la función de información, alerta, denuncia y opinión que, en una democracia sana, deben cumplir medios de comunicación libres, independientes, pluralistas y responsables. Toda estrategia de fortalecimiento del Legislativo debe partir de la distinción conceptual entre Parlamento institución y Parlamento organización. El Parlamento como institución es el sistema de convicciones, valores, principios y reglas de juego que determinan las funciones a ser desempeñadas por la institución parlamentaria. Por su parte, el Parlamento como organización es el conjunto de recursos humanos, financieros, tecnológicos, de competencias y de capacidades, que se ponen al servicio de la institución parlamentaria. Fortalecer el Parlamento significa también fortalecer la sociedad civil, de la que el primero es representativo. Este concepto puede ser de difícil aplicación en América Latina dada la prevalencia de regímenes presidencialistas, lo que explica la debilidad de los Parlamentos en la región. En la perspectiva institucional, es preciso fortalecer la legitimidad representativa, la función legislativa y las funciones de "autodirección política de la sociedad". Desde la perspectiva organizativa, es necesario fortalecer la autonomía organizativa, funcional y financiera, mejorar los recursos funcionales y promover la formación y el desarrollo de los recursos humanos. Las estrategias de fortalecimiento parlamentario deben tomar en cuenta la visión del problema y de sus posibles soluciones, elaboradas por los responsables de las políticas públicas, las restricciones y los recursos existentes en cada país en particular. La estrategia no es una deducción mecánica de las condiciones imperantes, sino la creación de la libertad y la responsabilidad, vale decir, del liderazgo político. La cooperación técnica internacional, en especial la representada por el BID y el PNUD es importante, en cuanto a sus aportes intelectuales concernientes a una elaboración consensuada de la visión de parlamentos democráticos para América Latina. Es viable la creación de una red latinoamericana de fortalecimiento democrático de los Legislativos. Dicha red interconectaría a los Parlamentos de la región entre sí, con los organismos de cooperación internacional y con los centros académicos más reconocidos. La red podría constituirse en un instrumento técnicamente autónomo, descentralizado y revitalizador de la unión interparlamentaria latinoamericana.