WAISSBLUTH, Mario

La insularidad en la gestión pública latinoamericana - Caracas : CLAD, Octubre 2003

Este artículo presenta una revisión de la experiencia del autor cuando le ha correspondido intervenir en más de 150 instituciones públicas latinoamericanas, constatando un fenómeno generalizado: la "insularidad" en la gestión, en la que cada unidad, división, departamento o subsecretaría de dichas entidades trabaja como una isla separada, y en el peor de los casos, con franco antagonismo, mala comunicación y traslapo de funciones entre ellas. Se postula que la insularidad es un rasgo tan distintivo de estas entidades, que no puede atribuirse a una simple casualidad, o a explicaciones simplistas como la carencia de actitudes y conocimientos sobre trabajo en equipo de sus directivos, sino a factores estructurales que deben ser comprendidos y analizados en profundidad si es que se desea aportar herramientas útiles para su solución. Esta insularidad es caracterizada, en el lenguaje de los sistemas complejos, como una "propiedad emergente", fruto de la concatenación de diversas causas. Este fenómeno deteriora la forma en que la institución agrega valor a la sociedad, los procesos de toma de decisión, los mecanismos de aprendizaje y control institucional, la generación de membresía interna y, por supuesto, complica los mecanismos de resolución de conflictos institucionales. Sus impactos negativos alteran profundamente la operación de aquellas entidades que deben trabajar como un sistema integrado para atender adecuadamente las necesidades de sus usuarios. Los factores que la generan incluyen: a) la forma y periodicidad con que se generan las cúpulas institucionales en el sector público; b) la generalizada costumbre presidencial latinoamericana de designar directamente varias capas de directivos públicos a la vez; c) los rasgos de "burocracia profesional" descritos por Mintzberg, en que la gran mayoría de estas entidades es dirigida por especialistas sectoriales con escaso interés y conocimiento por los temas de gestión; y d) un fenómeno de retroalimentación secundaria, en que cada unidad "insularizada" procura a su vez autonomizarse, generando su propia infraestructura institucional, lo cual a su vez refuerza las actitudes de conflicto y traslapo entre unidades. Las causas del fenómeno tienen profundas raíces políticas, y por ende, la solución no es simple. Sin embargo, hay importantes mecanismos gerenciales que ayudan a paliar el fenómeno: a) la racionalización de la estructura en los casos imprescindibles; b) la toma de conciencia de las causas estructurales de la insularidad por parte de los directivos; c) una dedicación activa y sistemática del líder superior a la solución del problema; d) el establecimiento de prácticas formales de coordinación, toma de decisión y control de gestión; e) la discusión colectiva y el establecimiento de metas estratégicas realistas de la institución y de cada unidad en particular; y f) el uso de tecnologías informáticas que permiten la transparencia interna de la información.